LasPisadasdelMaestro
Por Ana Cabrera - anaksiete@gmail.com
Las
riquezas provienen de Dios, por ende no son malas, es en el uso que
le damos que esta el peligro. Jesús nos enseña que debemos honrar a
Dios con ellas:
“Les digo que usen las riquezas mundanas de una manera que les ayude a ganar la amistad de Dios, para que cuando las riquezas se acaben, sean bienvenidos en la casa eterna. »Si alguien es de fiar en lo poco, será de fiar en lo mucho; si es deshonesto en lo poco, será deshonesto en lo mucho. Si no se les pueden confiar las riquezas mundanas, ¿quién les confiará las riquezas verdaderas? Si no se les puede confiar lo ajeno, ¿quién les dará lo que es de ustedes? Ningún siervo puede servir a dos patrones al mismo tiempo. Odiará a uno y amará al otro, o se dedicará a uno y despreciará al otro. Ustedes no pueden servir a Dios y a las riquezas al mismo tiempo»” Lucas 16:9-13 (Versión la Palabra de Dios para Todos).
“Les digo que usen las riquezas mundanas de una manera que les ayude a ganar la amistad de Dios, para que cuando las riquezas se acaben, sean bienvenidos en la casa eterna. »Si alguien es de fiar en lo poco, será de fiar en lo mucho; si es deshonesto en lo poco, será deshonesto en lo mucho. Si no se les pueden confiar las riquezas mundanas, ¿quién les confiará las riquezas verdaderas? Si no se les puede confiar lo ajeno, ¿quién les dará lo que es de ustedes? Ningún siervo puede servir a dos patrones al mismo tiempo. Odiará a uno y amará al otro, o se dedicará a uno y despreciará al otro. Ustedes no pueden servir a Dios y a las riquezas al mismo tiempo»” Lucas 16:9-13 (Versión la Palabra de Dios para Todos).
En
este pasaje Jesús nos muestra 3 factores de suma importancia:
1-Usar las riquezas
para ganar la amistad de Dios: En una ocasión Jesús dijo que si
guardamos sus mandamiento seremos verdaderamente sus amigos y
sabemos que lo que Dios manda es que le amemos a El sobre todas las
cosas, que amemos a nuestro prójimo como a nosotros mismos.
2-Seamos honestos
con los bienes sean muchos o pocos: Si no somos honestos sobre los
bienes de otros no pondremos cuidado en lo nuestro, y mas aun si no
apreciamos esos bienes que perecen, no se nos confiara las riquezas
celestiales.
3-No
se puede servir a Dios y a las riquezas al mismo tiempo: No es
posible, dice Jesús, servir a dos patrones, amaras
mas a uno, te dedicaras mas a uno
y terminaras rendido sirviéndole por entero al que ejerza mayor dominio en ti, es por
ello, que las riquezas debemos apreciarla como las bendiciones que
Dios provee y debemos ser buenos administradores de la multiforme
gracia de Dios para que seamos encontrados dignos y podamos seguir
LAS PISADAS DEL MAESTRO.