Por Ana Cabrera /
anaksiete@gmail.com
Recientemente escuché un predicador
decir que la situación de inmoralidad, falta de valores e incremento
de la violencia que vivimos no se debe al pueblo dominicano sino mas
bien al pueblo de Dios, pues es un síntoma de poca oración, “mucha
oración mucho poder, poca oración poco poder”.
En el capitulo 1 de Nehemías este
recibió la noticia de la situación en Jerusalén y al saber la
condición funesta (muros caídos, puertas quemadas) su corazón se
quebranto en gran manera, tanto así que ayuno , rogó a Dios y clamo
misericordia por tres días.
Vemos nuestro alrededor y este es el
panorama que se presenta, destrucción de principios y fundamentos;
ante tal situación, ¿Qué haremos?
Muchos opinan que nada se puede hacer,
y prefieren quedarse cómodos en su zona de confort, otros mantienen
su lucha contra sus propios hermanos quitando así el enfoque real;
si tu convicción es otra, digamos junto al salmista: “En
Jehová he confiado; ¿Cómo decís a mi alma, Que escape al monte
cual ave? Porque he aquí, los malos tienden el arco, Disponen sus
saetas sobre la cuerda, Para asaetear en oculto a los rectos de
corazón”. Salmos 11:1 y 2.
No
debemos descuidar la Gran Comisión que recibimos de nuestro Señor
Jesucristo porque “Si fueren destruidos los fundamentos,
¿Qué ha de hacer el justo?”
v.3 Actuemos de la misma manera que en el libro de Nehemías,
este, primero clamo a Dios Y le dijo: “Te ruego, oh
Jehová, Dios de los cielos, fuerte, grande y temible, que guarda el
pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos”
.
Nehemías conocía la naturaleza de Dios por esto emplea estas
cualidades Fuerte, Grande y Temible; luego de esto Nehemías pide
perdón por los pecados del pueblo y dice: “esté ahora atento
tu oído y abiertos tus ojos para oír la oración de tu siervo, que
hago ahora delante de ti día y noche, por los hijos de Israel tus
siervos; y confieso los pecados de los hijos de Israel que hemos
cometido contra ti; sí, yo y la casa de mi padre hemos pecado...
concede ahora buen éxito a tu siervo”.
Hoy día, así como Nehemías que no
espero a que toda una nación se humillara, tú puedes dar el
primer paso para mover el gran amor y misericordia de Dios, y
comenzar a reconstruir los muros de la moral, buenas costumbres,
valores y respeto. A partir de la acción del profeta es que Dios
pone gracia en él delante del rey y este lo envía con lo necesario
para poner en acción tan gran obra, logra además motivar todo un
pueblo humillado y destruido, los anima con estas palabras: “Les
dije, pues: Vosotros veis el mal en que estamos, que Jerusalén está
desierta, y sus puertas consumidas por el fuego; venid, y edifiquemos
el muro de Jerusalén, y no estemos más en oprobio”. Y ellos
contestaron: “Levantémonos y edifiquemos. Así esforzaron sus
manos para bien”
Y mas
aun, ante el desprecio de sus enemigos Nehemías no temió y su
respuesta fue: “El Dios de los cielos, él nos
prosperará, y nosotros sus siervos nos levantaremos y edificaremos”
Nehemías 2:20
Dios
“nos va a prosperar “
y El “fortalecerá nuestras manos”
para que reconstruyamos una nación con principios y temor de Dios;
sabemos que la obra es grande pero “todos entenderán que
esta obra será hecha con la ayuda de Dios”. (Nehemías. 6:16c
PDT)
*Las citas no
especificadas son tomadas del Libro de Nehemías desde su capitulo 1
hasta el 6